El próximo domingo, 9 de agosto, se celebra en la Argentina el Día del Niño. Este festejo comenzó por razones comerciales, siendo el primer domingo de agosto, para pasar luego al segundo dado que mucha gente no había cobrado a esa fecha su sueldo.
Al margen de este hecho comercial, considero dos hechos a comentar.
El primero es saludarnos, pues siempre llevamos un niño dentro... Que el niño que físicamente fuimos ayer esté siempre presente en nuestro espíritu y corazón. Si vemos la vida con ojos de niño encontraremos muchas cosas positivas que quizás hoy no vemos.
El segundo es recordar cuánto niños pasan por momentos difíciles, tanto en nuestro país como en el mundo...Desde el trabajo infantil hasta la violencia familiar, llegando inclusive a abusos incalificables, son hechos que marcan este tiempo.
Trabajemos para que esta situación se revierta y haya más niños felices que sean la esperanza de una vida mejor mañana.
Dejémosles un mundo digno de ser vivido.
