¿Y dónde ponemos a la educación?
El profesor de una escuela toma un frasco vacío y lo llena de pelotitas de golf mientras pregunta a sus alumnos si creen que está lleno. Ellos responden que sí.
Luego toma una caja de bolitas y las vierte en el frasco. Las bolitas llenan los espacios vacíos entre las pelotas de golf. Inmediatamente, vuelve a preguntar si creen que el frasco está lleno y la respuesta afirmativa se repite.
El docente toma ahora una caja de arena y la vierte dentro del frasco; la arena se escurre entre las pelotitas de golf y las bolitas de vidrio y vuelve a repetir la pregunta. Los alumnos responden unánimemente sí.
“Quisiera que imaginen al frasco como sus vidas”, dice el docente. “Las pelotas de golf son las cosas imprescindibles; como la salud, la familia, los hijos, los principios o la fe; las cosas que nos apasionan. Son cosas que, aún si perdiéramos todo lo demás, nuestras vidas estarían llenas.
Las bolitas de vidrio son las otras cosas que importan; como el trabajo, la casa, el coche. “La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas”.
“Si colocamos primero la arena, no habrá espacio para las bolitas ni las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida: si gastamos toda nuestra energía en cosas insignificantes, nunca tendremos tiempo para las verdaderamente importantes. Es necesario establecer prioridades. El resto es arena”.
Nos pareció oportuno recopilar este texto para recordarlo durante todo el ciclo lectivo. Por otra parte, como está omitida la EDUCACIÓN dentro de los valores mencionados. La pregunta es: ¿Y a la educación dónde la ponemos? ¿Con las pelotitas de golf o con las bolitas de vidrio? ¿O acaso es arena?
Es el deseo de la Secundaria Nº 33 que, trabajando todos juntos en equipo, logremos que la Educación sea una Pelotita de Golf.
El profesor de una escuela toma un frasco vacío y lo llena de pelotitas de golf mientras pregunta a sus alumnos si creen que está lleno. Ellos responden que sí.
Luego toma una caja de bolitas y las vierte en el frasco. Las bolitas llenan los espacios vacíos entre las pelotas de golf. Inmediatamente, vuelve a preguntar si creen que el frasco está lleno y la respuesta afirmativa se repite.
El docente toma ahora una caja de arena y la vierte dentro del frasco; la arena se escurre entre las pelotitas de golf y las bolitas de vidrio y vuelve a repetir la pregunta. Los alumnos responden unánimemente sí.
“Quisiera que imaginen al frasco como sus vidas”, dice el docente. “Las pelotas de golf son las cosas imprescindibles; como la salud, la familia, los hijos, los principios o la fe; las cosas que nos apasionan. Son cosas que, aún si perdiéramos todo lo demás, nuestras vidas estarían llenas.
Las bolitas de vidrio son las otras cosas que importan; como el trabajo, la casa, el coche. “La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas”.
“Si colocamos primero la arena, no habrá espacio para las bolitas ni las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida: si gastamos toda nuestra energía en cosas insignificantes, nunca tendremos tiempo para las verdaderamente importantes. Es necesario establecer prioridades. El resto es arena”.
Nos pareció oportuno recopilar este texto para recordarlo durante todo el ciclo lectivo. Por otra parte, como está omitida la EDUCACIÓN dentro de los valores mencionados. La pregunta es: ¿Y a la educación dónde la ponemos? ¿Con las pelotitas de golf o con las bolitas de vidrio? ¿O acaso es arena?
Es el deseo de la Secundaria Nº 33 que, trabajando todos juntos en equipo, logremos que la Educación sea una Pelotita de Golf.
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